Un sistema de defensas bien concebido debe proporcionar muchas ventajas, como una fuerza de reacción baja que puede suponer ahorros considerables en la construcción de nuevas estructuras o prolongar la vida y utilidad de los muelles ya existentes.
Los diseños de calidad construidos con los mejores materiales y con atención al detalle, son más duraderos y requieren menos mantenimiento. Ayudan a mejorar la eficacia operativa y a reducir los tiempos de carga y descarga.